Líbano se enfrenta a la mayor crisis económica y migratoria de los últimos 150 años. Muchas personas no pueden permitirse la alimentación, la atención sanitaria o la educación. El precio de los alimentos ha subido un 400% y el valor de los salarios se ha dividido por 14. El desempleo supera el 50%. El país se enfrenta a una notable escasez de electricidad, medicinas y combustible -subrayó el arzobispo Stanisław Gądecki en su introducción a la misa celebrada en la XIII Jornada de Solidaridad con la Iglesia Perseguida. La Eucaristía fue concelebrada por Mons. Georges Bacouni, arzobispo melquita de Beirut y Jubail (Jbeil), que también pronunció la homilía.

El 14 de noviembre, la Iglesia polaca celebró la decimotercera Jornada de Solidaridad con la Iglesia Perseguida. Este día, establecido por una decisión de la Conferencia Episcopal Polaca en 2008, tiene lugar cada año el segundo domingo de noviembre. Está organizado por la Asociación Pontificia de Ayuda a la Iglesia Necesitada. El país sobre el que la ACN quiere llamar la atención especialmente durante las celebraciones de este año es el Líbano.

Arquidiócesis de Poznań/Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Polaca

Publicamos el texto completo de la introducción a la misa:

 

Introducción a la Misa de la 13ª Jornada de Solidaridad con la Iglesia Perseguida
(Catedral de Poznań – 14.11.2021)

En este segundo domingo de noviembre la Iglesia celebra -además del Día de los Pobres- también la 13ª Jornada de Solidaridad con la Iglesia Perseguida. El sorprendente paralelismo entre la Jornada de los Pobres y la Jornada de Solidaridad con la Iglesia Perseguida nos lo señaló el Papa Francisco hace dos días en Asís. El Papa destacó la importancia evangélica de la acogida y la hospitalidad: «Donde hay un verdadero sentido de la fraternidad, hay también una experiencia sincera de acogida. Cuando, por el contrario, hay miedo al otro, desprecio por su vida, entonces nace el rechazo».

Este año, el Día de la Solidaridad se celebrará bajo el lema «En solidaridad con el Líbano». Líbano se enfrenta a una crisis económica y migratoria; muchas personas no se pueden alimentar, recibir atención sanitaria o educación. El 77% de las familias libanesas no tiene suficiente dinero para comer, y el 60% pide prestado o compra a crédito. El precio de los alimentos ha aumentado un 400% (datos de UNICEF). El valor de los salarios se ha dividido por 14, y la tasa de desempleo supera el 50%. El país se enfrenta a una importante escasez de electricidad, medicamentos y combustible. Esta es la peor crisis económica de los últimos 150 años.

Líbano tiene una población de unos 7 millones de habitantes, a los que se suma, desde 2011, una crisis migratoria; alrededor de 1,5 millones de refugiados sirios, en su mayoría musulmanes, han entrado en el país.

Para hacernos conscientes de la magnitud de esta catástrofe humanitaria -por invitación de la sección polaca de Ayuda a la Iglesia Necesitada-, Mons. Georges Bacouni, arzobispo católico de la Iglesia greco-melquita de Beirut y Biblos, en el Líbano, ha llegado hoy a Poznań para instarnos a ayudar al Líbano con nuestras oraciones, sacrificios y difundiendo información sobre la situación en ese país.

 

Arzobispo Stanislaw Gądecki
Arzobispo Metropolitano de Poznań

Traducción: Sor P. Nau / Oficina de Comunicación Exterior de la Conferencia Episcopal Polaca