Escribió sendas cartas al cardenal Stanislaw Dziwisz y al arzobispo Stanislaw Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia.
El santo padre Francisco escribió una carta al arzobispo Stanislaw Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia en la que recuerda con alegría “el encuentro con los jóvenes venidos de diferentes naciones”, y reitera su agradecimiento a la Iglesia en Polonia por su cálida acogida y por el celo con el que se preparó su visita a Polonia. El Papa también envió una carta al cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo de Cracovia, en la que le dio las gracias por su bondad, que señala, es un signo de amor a la Iglesia.
Publicamos aquí el contenido de estas cartas:
Venerado hermano arzobispo Stanislaw Gądecki arzobispo de Poznan presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia
Después de regresar del viaje apostólico a Polonia, quiero expresar otra vez mi vivo agradecimiento a usted, a los obispos, los sacerdotes, las personas consagradas y a los fieles laicos, por su cálida recepción y por el celo con el que se preparó mi visita. Estoy profundamente conmovido por su gran fe y la esperanza inquebrantable que han mantenido a pesar de las dificultades y tragedias, y por su ferviente amor, que anima su peregrinación humana y cristiana.
El recuerdo vivo de la celebración eucarística en el santuario de Czestochowa, para el 1050° aniversario del bautismo de la Polonia, y el momento di oración en el campo de concentración de Auschwitz es especialmente emotivo para mí. Me da una gran alegría recordar el encuentro con los jóvenes venidos de diferentes naciones.
Les aseguro mi oración, para que la Iglesia en Polonia pueda seguir avanzando en su camino con perseverancia y valor, mostrando a todos el amor misericordioso del Señor. Por favor, rezan también por mí. De todo corazón les bendigo a todos. Fraternalmente. Francisco
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Su Eminencia cardenal Stanislaw Dziwisz arzobispo de Cracovia
Tras regresar de mi visita pastoral a Cracovia, durante la cual tuve la ocasión para expresar mi agradecido recuerdo de mi venerado predecesor san Juan Pablo II, de vivir momentos de profunda comunión con su comunidad diocesana, y de experimentar el entusiasmo de la fe de la inmensa multitud de jóvenes venidos de diferentes continentes, deseo expresar a usted, a los sacerdotes, las personas consagradas y a toda la comunidad diocesana mi sincero agradecimiento por la cálida acogida en su casa, y por la gran bondad que han mostrado a mí y a mis colaboradores. El recuerdo de las emocionantes celebraciones litúrgicas, caracterizadas por la participación profunda y animadas por una fe viva, todavía siguen siendo muy presente en mi corazón.
Da las gracias a Usted, al personal de la Oficina arquidiocesana, a todos sus colaboradores, y las personas que han trabajado para garantizar el buen funcionamiento de estos días inolvidables de fe y oración. Agradezco también el profundo afecto por el Sucesor de Pedro, expresado por varios círculos eclesiásticos y civiles, así como por los fieles: todo esto es un signo de amor a la Iglesia, en la estela de la afección perpetua y reverencial para el Papa Juan Pablo II.
Alentando a la Arquidiócesis de Cracovia de seguir con perseverancia en su camino y a dar constantemente testimonio de la misericordia de Dios, pido, por intercesión de María, al Señor una abundancia de dones y gracias para Usted y para todas las personas encomendadas a Su solicitud pastoral, especialmente para los jóvenes, para que puedan crecer en un compromiso cada vez más sólida al Evangelio. Con estos sentimientos, les pido también que recen por mí, y a todos doy una vez más la Bendición Apostólica. Fraternalmente, Francisco